La enfermedad renal terminal (ESRD), una enfermedad renal muy grave y potencialmente mortal, es mucho más común entre ciertos grupos étnicos. Los hispanos y los asiático-americanos tienen tres veces más probabilidades de desarrollar esta afección. Los afroamericanos tienen el doble de probabilidades de padecer esta enfermedad que los caucásicos.

Ciertas enfermedades del corazón, los pulmones, el páncreas y el hígado también son más comunes en las comunidades minoritarias. Estos incluyen la hipertensión entre los afroamericanos y la diabetes entre los hispanos. Estas enfermedades dañan los órganos, lo que a menudo conduce a la necesidad de trasplantes; la única manera de que una persona sobreviva. La escasez de donantes afroamericanos dificulta encontrar un riñón compatible para pacientes de minorías. El trasplante funciona mejor entre personas de la misma etnia/raza, ya que las similitudes genéticas suelen ser más fuertes dentro de personas del mismo grupo. Aunque es posible realizar un trasplante exitoso entre un donante y un receptor de una etnia o raza diferente, cuando los miembros de una comunidad minoritaria específica no donan, se generan períodos de espera más largos y menos trasplantes para aquellos dentro de su grupo.