Luke Abbate

Héroe Donante

El 19 de febrero de 1990 quedó grabado para siempre en el calendario de nuestros corazones. Ese día nació un hermoso bebé de ojos marrones llenos de vida, quien fue confiado a nuestra familia. Lo llamamos Luke Andrew Abbate. 


Aunque su tiempo con nosotros fue demasiado breve, nos transformó para siempre y dejó huellas imborrables en nuestras vidas. Vivió intensamente, con una profunda curiosidad y asombro por el mundo que lo rodeaba. 


Luke era juguetón y aventurero, pero, sobre todo, amaba a su familia y a sus amistades. Tenía un don especial para reunir personas: ya fuera para un partido improvisado de fútbol americano, baloncesto o béisbol. Una vez, Luke escribió en su diario de la clase de salud que se consideraba una persona “de corazón abierto”. 


Su calidez, sinceridad y carisma natural hacían que todos quisieran estar cerca de él. Siempre tenía un gesto amable con el estudiante nuevo o con aquel que se sentía excluido de la vida estudiantil en la escuela.


Luke admiraba profundamente a sus hermanos mayores, Adam, Rachel y Jon, e intentaba seguir sus pasos. Era un atleta talentoso y competitivo que jugaba fútbol americano, baloncesto, lacrosse, tenis y golf. 


Tenía ética de trabajo y determinación por ser el mejor estudiante-atleta que pudiera ser. Su sueño era obtener una beca deportiva universitaria en fútbol americano, como lo hizo su hermano Jon. A medida que crecía, también fortalecía su fe y su amor por Dios participando activamente en la organización “Fellowship of Christian Athletes” (Comunidad de Atletas Cristianos).


Tristemente, el 13 de febrero de 2006, cuando Luke tenía solo 15 años y cursaba el segundo año de secundaria, nuestra vida se hizo pedazos. Luke iba como pasajero en un automóvil que se salió del camino debido a una decisión irresponsable de un conductor joven e inexperto. 


Nuestro hijo sufrió múltiples lesiones graves que le arrebataron la vida. Fue declarado con muerte cerebral apenas cuatro días antes de cumplir 16 años.


Luke había tomado la generosa decisión de ser donante de órganos cuando obtuvo su permiso de aprendiz para conducir a los 15 años. Tal vez, por su juventud, no comprendía del todo lo que implicaba esta decisión, pero su corazón generoso nos hizo entender que era realmente su deseo. A pesar del inmenso dolor, quisimos honrar esa decisión y darles a otras personas una segunda oportunidad de vivir con la posibilidad real de una salud restablecida.


Cinco personas recibieron el regalo de los órganos saludables de Luke: una madre joven de dos niños pequeños recibió su corazón; otra persona, su hígado y páncreas; dos personas recibieron un riñón cada una; y una mujer en Tampa, Florida, recibió su pulmón. Tuvimos la oportunidad de conocer a Casey, la joven madre que recibió su corazón. 


Ella, con gran generosidad, nos permitió tocar su pecho y sentir los latidos del corazón de Luke dentro de ella. Fue un momento profundamente conmovedor.


Como resultado de la muerte de Luke, nuestra familia decidió compartir nuestra historia públicamente. En 2010, se estrenó en cines de todo el país la película The Fifth Quarter, que retrata fielmente nuestra tragedia personal. Nuestra esperanza al compartir es haber honrado la vida de Luke, crear conciencia sobre las consecuencias devastadoras de la conducción imprudente entre adolescentes, mostrar la importancia de la donación de órganos y evidenciar el poder transformador del amor, la fe y la esperanza para superar lo impensable.


- La Familia Abate (Familia de Héroe Donante)