Grace D'Agostino

Beneficiario de Trasplante 

Mi nombre es Grace D’Agostino y mi pareja es Marie Dalessio. Me mudé a Florida en julio de 2011, y en abril de 2012 fui a una consulta con un gastroenterólogo porque había tenido hepatitis C por años, aunque llevaba dos años en remisión. El médico me vio y, con solo mirarme, me dijo que necesitaba un trasplante de hígado. ¡Quedé en shock! Luego me dio el nombre de un cirujano especialista en trasplantes para que lo consultara. 


Antes de poder hacer una cita con el cirujano de trasplante, tuve que someterme a muchos exámenes médicos, de pies a cabeza, para confirmar que calificaba para el programa de trasplantes. En julio de 2012 visité al cirujano, y me dijo que sí calificaba y que me incluirían en la lista de espera. Marie y yo tuvimos que asistir a una clase educativa para personas que están esperando un trasplante de hígado.


Tuve que ir al hospital dos veces, en junio y agosto, para que me extrajeran líquidos que se acumulaban en mi cuerpo. Mi salud empeoraba cada mes. El 6 de septiembre volví para una cita de seguimiento con el cirujano. 


Revisó mi expediente, me midió el abdomen y me dijo que no saliera de casa ese fin de semana. El viernes 7 de septiembre a las 7:00 a. m. recibí una llamada pidiéndome que me presentara en el hospital antes de las 9:00 a. m. porque había un hígado disponible para mí. 


Recuerdo que esperé todo el día, muy nerviosa. Entre las 3:00 p. m. y las 4:00 p. m. vinieron a decirme que era compatible. Se sintió como cuando un médico entra a decirte si tuviste un niño o una niña. Ambas lloramos de alegría y nervios. 


No fue sino hasta las 11:00 p. m. que me bajaron al quirófano. Marie preguntó cuánto más faltaba y el personal de enfermería dijo que sería pronto. Solo sabíamos la edad y el sexo del donante. No te dicen más información.


La cirugía salió bien y, después de unas semanas, comencé a sentirme mejor. Ahora estoy sana y puedo disfrutar mi nueva vida desde que recibí el trasplante. Sigo viendo a mis médicos regularmente. Hoy en día, comparto mi historia sobre la donación de órganos siempre que puedo y animo a muchas personas a registrarse como donantes.


Cuando recibimos la primera carta de la familia de Josh y finalmente nos conocimos gracias a nuestra hija, fue un momento lleno de emociones: alegría y tristeza a la vez. Estamos muy felices de haber conocido a la familia del donante y de poder compartir tiempo juntos. 


Nos sentimos realmente conectadas con ellos. Estoy agradecida por la decisión de mi donante de convertirse en donante de órganos. Me dio el Regalo de Vida.


- Grace D'Agostino (Beneficiario de Trasplante)


                                                                Grace falleció. 

                             Su recuerdo sigue vivo a través de su historia.