Justin Nagelbush

Beneficiario de Trasplante 

En febrero de 2003, Justin llegó a este mundo lleno de energía (aunque un poco antes de lo previsto). Por lo demás, parecía estar sano y rebosante del amor que todo recién nacido merece. 


Sin embargo, en su chequeo rutinario a los tres meses de edad, su pediatra notó que había algo “estructuralmente” anormal en su hígado, y así era. Justin, su mamá y yo fuimos referidos al equipo de gastroenterología del Hospital Jackson Memorial en Miami, Florida, donde se le diagnosticó una enfermedad terminal llamada atresia biliar (BA). 


Sin el trasplante de órgano que recibió el 7 de agosto de 2003, cuando apenas tenía seis meses de edad, nos dijeron que no habría sobrevivido unas semanas o unos meses, ni los días previos a la tan esperada llamada. La cirugía fue un éxito, y Justin, habiendo recibido el Regalo de Vida, se convirtió de inmediato en una fuente de amor, alegría y luz para todos los que lo rodeaban.


Para nuestra sorpresa, esta experiencia tocó a más personas y en más formas de las que jamás hubiéramos imaginado. La sonrisa y la energía de Justin son contagiosas. Ahora, en lugar de lidiar con doctores y citas médicas interminables, pelea por no salir de la piscina para venir a cenar, por terminar la tarea, por jugar con Max (nuestro perro), o por pasar demasiado tiempo con los videojuegos. ¡Todas estas “peleas” nos llenan de felicidad!


La valentía y claridad de la familia donante en medio del caos, al tomar la decisión de DONAR y salvar la vida de mi hijo, no pueden ser más trascendentales. No existen palabras ni reconocimientos suficientes que puedan expresar nuestra gratitud hacia la familia donante. Es el Ciclo de la Vida, y lo valoramos profundamente.


- Con mucho amor y agradecimiento, Joel Nagelbush (Padre de Beneficiario de Trasplante)